24 enero 2012
16 enero 2012
La Rebelión de lo Cotidiano. -las llaves-
Su dueño siempre las perdía.
Aquel manojo enojado,
esperó paciente al cambio de cerradura.
Pasados unos días,
el dueño tuvo un desafortunado accidente en la ducha.
Aquel manojo enojado,
esperó paciente al cambio de cerradura.
Pasados unos días,
el dueño tuvo un desafortunado accidente en la ducha.
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